La transmisión del coronavirus en espacios cerrados
Durante la pandemia de COVID-19, una de las principales preocupaciones ha sido la transmisión del virus en espacios cerrados. Se sabe que el coronavirus se propaga principalmente a través del contacto cercano con personas infectadas y las gotículas respiratorias que expulsan al hablar, toser o estornudar. Pero, ¿qué sucede en el aire que respiramos en habitaciones, oficinas, salones o tiendas cerradas? ¿Puede el coronavirus permanecer suspendido en el aire y ser inhalado por otras personas?
En este artículo, intentaremos responder a estas preguntas y explorar los factores que influyen en la transmisión del virus en espacios cerrados. Comenzaremos por describir brevemente cómo se propaga el virus y cómo se puede reducir el riesgo de infección. A continuación, examinaremos la evidencia actual sobre la transmisión aérea del coronavirus y las características de los ambientes cerrados que favorecen o limitan la dispersión del virus. Finalmente, propondremos algunas medidas para reducir el riesgo de infección en espacios cerrados y para mejorar la ventilación y la filtración del aire.
Cómo se propaga el coronavirus
El coronavirus se propaga principalmente a través del contacto cercano con personas infectadas y las gotículas respiratorias que expulsan al hablar, toser o estornudar. Estas gotículas pueden caer al suelo o sobre las superficies, donde pueden persistir durante horas o días y ser recogidas por otras personas al tocar o acercarse a ellas. Por lo tanto, el distanciamiento físico (al menos dos metros) y el lavado de manos frecuente y adecuado son medidas efectivas para reducir el riesgo de transmisión.
Además de las gotículas, también se sabe que el coronavirus puede propagarse a través de pequeñas partículas en el aire llamadas aerosoles. Estos aerosoles pueden ser expulsados al toser, hablar o respirar, y pueden permanecer suspendidos en el aire durante horas. Si otras personas inhalan estos aerosoles, puede haber una transmisión del virus. Sin embargo, la evidencia sobre la transmisión aérea del coronavirus sigue siendo limitada y controvertida.
Evidencia sobre la transmisión aérea del coronavirus
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que la transmisión aérea del coronavirus solo ocurre durante los procedimientos médicos que generan aerosoles, como la intubación, la ventilación mecánica o la aspiración bronquial. Sin embargo, algunos científicos y expertos en salud han cuestionado esta postura y han argumentado que el coronavirus también puede propagarse a través de aerosoles en situaciones cotidianas, especialmente en espacios cerrados con ventilación insuficiente.
Un estudio reciente publicado en la revista Nature analizó la dinámica de dispersión del virus en espacios cerrados con diversas condiciones de ventilación y filtración. Los resultados mostraron que el coronavirus puede permanecer suspendido en el aire durante varios minutos e incluso horas, y que puede ser inhalado por otras personas a distancias mayores de dos metros. Los autores concluyeron que la transmisión aérea del coronavirus es posible y que se deben mejorar las medidas de ventilación y filtración del aire en espacios cerrados.
Otro estudio realizado en China investigó un brote de COVID-19 en un restaurante donde una persona infectada propagó el virus a nueve personas en su mesa y a dos personas en otras mesas, a pesar de que todas las personas llevaban mascarillas y no habían hablado entre sí. Los investigadores sugirieron que la transmisión ocurrió a través de aerosoles en el aire generados por el sistema de aire acondicionado.
Características de los ambientes cerrados que favorecen la transmisión del coronavirus
Los ambientes cerrados con ventilación insuficiente o nula son los que presentan mayor riesgo de transmisión del coronavirus. Si las personas infectadas están en estos ambientes, el virus puede permanecer en el aire durante mucho tiempo y ser inhalado por otras personas, especialmente si las personas infectadas hablan, cantan, gritan o respiran con fuerza. Además, si varias personas están en el mismo ambiente cerrado durante un período prolongado, el riesgo de transmisión del virus aumenta.
Otro factor que influye en la transmisión del coronavirus en espacios cerrados es la humedad del aire. Se ha sugerido que los ambientes con baja humedad pueden favorecer la permanencia de los aerosoles en el aire y aumentar así el riesgo de transmisión del virus. Por lo tanto, es importante mantener una humedad adecuada en interiores (entre el 40% y el 60%) para reducir el riesgo de infección.
Medidas para reducir el riesgo de infección en espacios cerrados
Aunque la transmisión del coronavirus en espacios cerrados aún no está completamente clara, existen algunas medidas generales que pueden ayudar a reducir el riesgo de infección:
- Asegurar una buena ventilación en interiores. Esto puede lograrse abriendo ventanas y puertas, utilizando ventiladores o sistemas de aire acondicionado con ventilación cruzada.
- Usar mascarillas adecuadas. Las mascarillas ayudan a reducir la cantidad de aerosoles que se emiten cuando las personas hablan, tosen o estornudan, y también pueden proteger a las personas de inhalar aerosoles de otras personas. Es importante que las mascarillas sean de buena calidad y se ajusten adecuadamente al rostro.
- Practicar el distanciamiento físico. Mantener una distancia de al menos dos metros con otras personas puede reducir el riesgo de transmisión del virus.
- Evitar los espacios cerrados con ventilación insuficiente. Si es posible, evitar o limitar el tiempo en espacios cerrados con ventilación nula o inadecuada.
- Mantener una buena higiene de manos y superficies. Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o usar desinfectante de manos puede ayudar a prevenir la transmisión del virus a través de superficies.
Conclusiones
En resumen, la transmisión del coronavirus en espacios cerrados sigue siendo un tema de debate y estudio. Aunque se sabe que el virus se propaga principalmente a través del contacto cercano y de las gotículas respiratorias, algunos estudios sugieren que también puede haber transmisión aérea a través de aerosoles en el aire en situaciones cotidianas. Para reducir el riesgo de infección en espacios cerrados, es importante mejorar la ventilación y la filtración del aire, usar mascarillas adecuadas, mantener la distancia física, evitar los espacios cerrados con ventilación insuficiente y mantener una buena higiene de manos y superficies.